Uno puede enamorarse de una función por muchos motivos. Casi todos tienen que ver con algo que nos toca por dentro. Un dedo invisible nos sacude. Algo así sucede con En el aire.
Dos seres solitarios, encerados en su pequeño mundo.
Dos miradas que se cruzan.
Dos seres que desean desesperadamente tener una vida.
Dos seres que ya no pueden separarse.
Tienen que elegir un camino y aprender a hacerlo juntos.
Esta función habla de los sueños, de la fragilidad del ser humano, de la urgente necesidad de encontrarse con el otro.