Foto: Marina Castañeda
Estamos en clase, esperamos al profesor de siempre. No viene. Un profesor sustituto entra. No sabe nada. Nos proponemos hablar del agujero, de este fallo de transmisión de la tradición en el que vivimos. Ya no resulta atractiva la historia de la cultura que nos ha traído hasta aquí. ¿Qué enseñar y qué aprender, pues? En esta bisagra se sitúa el texto, en esta voluntad atragantada. Ensanchar un abismo y sostenerlo, desgranar sus entrañas y entregarlo con crudeza. Lejos de condenar nuestro tiempo desapacible, nos atrevemos a erigir este humilde rezo laico para compartir la duda desde una conciencia desnuda que clama por un reaprender. Por un volver a imaginar la esperanza.