Markos Marín y Adolfo Fernández protagonizan esta bonita historia sobre la amistad, la zona de confort y la superación.
Son dos… pero no son pareja. Aunque en ocasiones pueda parecerlo.
Son dos y son hombres. Aunque les sobra ternura y ganas de pasarlo bien.
Son dos y te vas a reír con ellos. A lo mejor hasta quieres adoptarlos. Se puede hablar.
Son dos y se necesitan. Aunque no lo sepan.
Son dos en cartel pero muchos en el escenario. Lo entenderás cuando lo veas.
Son dos y con el mar forman un trío. Si eres de playa sabes de qué te hablo.
Son dos y después de conocerlos los vas a echar de menos. Pero puedes invitarles a tomar algo a la salida del teatro.