En Cuentos a Nadia la intérprete Pepa Zaragoza, se convierte en Qamar, una mujer afgana que desde niña se vio obligada a adoptar el rol de niño, Bacha Posh (niña vestida de niño), para sobrevivir en su Kabul natal, bajo el dominio del régimen talibán. Durante el proceso de investigación para crear esta pieza fue imposible no toparse con la figura de Nadia Ghulam, refugiada afgana afincada en España que durante años tuvo que vestirse de hombre para sacar adelante a su familia en Afganistán.
En el recuerdo más amable de Nadia, en la fuerza que le insufló su madre a través de las historias y cuentos de su país, es donde se encuentran Nadia y el personaje de Qamar.
Ficción y realidad, realidad y ficción es el diálogo de esta pieza en la que damos voz a una mujer de ficción y una mujer real que nos hablan de lo mismo, de la dura realidad de las mujeres en su Kabul natal.
¿Sirve de algo poner sobre el escenario esta realidad? Está y otras preguntas están presente en la pieza, de la que también forma de parte activa el espectador, en un diálogo final con el público donde se completará el relato en forma de coloquio con Nadia y Qamar.