La historia de Bruno habla de un punto de no retorno. De una frontera que, una vez cruzada, te marca para siempre. Un corte transversal psicológico de rara crudeza.
El actor Marc Parejo nos lleva, desde un punto de vista incómodo, insólito, desestabilizador, al trabajo del autor, que bien podría ser un viaje a la psique de un verdugo que se introduce en los pensamientos de un extraño personaje. Porque detrás de esta apariencia tranquilizadora se esconde una impactante verdad.
Con los ojos cerrados sumerge inmediatamente a sus invitados en la penumbra y el suspenso, hilo conductor de toda la obra.