Foto: Juanlu Vela
El baile de Eduardo Guerrero es una experiencia apasionante que trasciende los límites del flamenco tradicional. Con una técnica portentosa y un zapateado poderoso, hipnotiza con giros perfectos, mientras que su elegancia y estilo inconfundibles son su sello distintivo. Lleva al público a un viaje emocional donde la tradición y la innovación se encuentran en perfecta armonía.
En su origen, leyes y códigos nos defendieron de la barbarie, pero también contribuyeron a amordazarnos. Nos salvaron, quizá. Llevando al extremo la rítmica, el trabajo físico y la descomposición de la escena, Eduardo nos deleita con su código flamenco, del valor del cuerpo, de sus luces y sombras, de su delicadeza y desarrollo. Con este espectáculo queremos mostrar la intangibilidad de la danza, la delicadeza de los acordes en la guitarra, el cante puro y la percusión como símbolo primitivo, la irrealidad del arte que conecta con el misticismo… Un mundo cargado de significados ambiguos y de comprensión irracional. Los códigos hechos realidad.