¿Qué quiere decir ser normal? ¿Cómo son las familias felices? En un contexto de posverdad donde nada es lo que parece, donde la tecnología pone en nuestras pantallas realidades falseadas, retocadas y llenas de filtros, el musical Casi normales propone todo lo contrario: el retrato de una familia que quiere, que anhela, la normalidad aparente que muestran tu Instagram y el mío. Un viaje por la intimidad de la familia de Diana, una familia que hace lo que puede por ser feliz, obedeciendo al arquetipo que trazan las redes sociales. Como dice su director, el argentino Luis Romero, la clave del éxito de esta propuesta es esa exploración de la condición humana: “todos queremos ser normales, pertenecer a un grupo, esconder nuestras disfuncionalidades para estar tranquilos. Pero la victoria está en conocernos y aceptarnos tal y como somos”.
Casi normales, estrenada en Broadway y escrita por el guionista de Por 13 razones, Brian Yorkey, propone algo que, según Romero, “rompe el género musical” porque va más allá gracias a una cuidada dramaturgia y a unos intérpretes -con Nina al frente como Diana, madre bipolar- capaces de conectar con un público ávido de historias que le interpelen, que le hablen de tú a tú.
En definitiva, un espacio para reflexionar sobre los deseos y aceptar que, quizás, todos somos ‘casi’ normales.