Un inquilino se suicida frente a la noticia de que vendido el edificio donde vivían a un fondo de inversión, lo único que queda es el desahucio. Esta situación lleva a los nuevos propietarios a reubicar a los habitantes de la finca temporalmente en un barco.
Archipiélago nos invita a ingresar en el íntimo universo de estos seres cuyas vidas han sido pausadas espacial y temporalmente por no tener un hogar. Un barco, como una isla de los menos privilegiados, sin un destino claro, es una alusión a la metáfora de Caronte, el mítico barquero que trasladaba los cuerpos de un mundo a otro.
Un espectáculo unipersonal escrito e interpretado por Begoña Caparrós nos lleva a transitar por la temática del hogar, de los afectos, la soledad y la pérdida.