Imagina que lo has perdido todo. Imagina que tu vida ha quedado completamente vacía. Imagina que el mundo, las personas y el futuro te han abandonado para siempre. Imagina que no te queda nada por lo que vivir. Nada.
Marcelo está dispuesto a hacerlo. Va a matar a su mujer. Va a matar a su amigo del alma. Va a subir a ese maldito ático que roza el cielo y va a acribillarlos a balazos. Y, después, va a saltar desde la terraza para marcharse de este mundo y seguir persiguiéndolos en el mismo infierno. Pero alcanzar su destino tiene un precio y Marcelo va a tener que pagarlo. En un asfixiante ascensor que se detiene, sin explicación, a vientos de metros sobre el vacío.
Encerrado en ese ascensor con una mujer extraña y desquiciada que parece saber demasiadas cosas sobre él, el tiempo corre y parece que no hay salida hacia su libertad…