¿Cuál es la principal diferencia entre la Alegría de 1994 y Alegría: Bajo una Nueva Luz?
La decisión de rehacer Alegría en 2019 fue realmente significativa. Queríamos mantener los mismos sentimientos que la gente recordaba del espectáculo original. Al mismo tiempo, necesitábamos actualizar la historia y el contenido del espectáculo también. Así como lo que un acróbata podía hacer en 1994 evoluciona, la competencia evoluciona. Así que, para mantenerlo emocionante y relevante, se tomó la decisión de reconsiderar cada aspecto de la actuación: la música, el vestuario, el diseño de iluminación, la escenografía… Todo fue rediseñado para que funcionase.
Alegría habla de la esperanza. ¿Por qué este título? Supongo que no es una coincidencia…
Franco Dragone, el creador original de Alegría, era ítalo-belga y, en la parte de Italia de la que él es originario, ‘alegría’ es una expresión que se usa cuando todo está saliendo mal. Así que realmente son esas dos caras de la historia: cuando algo va mal, es encontrar luz en la oscuridad, es encontrar esperanza en la desesperación. Es realmente encontrar ambos extremos del espectro emocional. Y ese es, en gran medida, el viaje por el que te lleva la historia.
Ante situaciones del día a día que nos superan, ¿es más difícil mantener la alegría o la esperanza?
Creo que soy una persona que siempre intenta encontrar lo positivo en cualquier situación. Trabajar en el entretenimiento te enseña eso: no luches contra lo que no puedes controlar. Así que, para mí, la alegría y la esperanza están muy interconectadas. Si no tienes esperanza, difícilmente vas a tener alegría y viceversa.
En el espectáculo, la juventud busca abrirse paso en un sistema afianzado tradicionalmente. ¿Qué lugar ocupan los jóvenes en el arte? ¿Y en Cirque du Soleil?
Bueno, creo que los jóvenes realmente son el corazón y el futuro de las artes. Sin jóvenes que estén comprometidos, sean valientes, apasionados y tengan el deseo de crear arte, ¿quién va a hacer qué? Ellos son los próximos artistas del futuro. Es uno de los temas de la historia: cómo un personaje mayor trata de tomar el poder, pero se encuentra con diferentes grupos de personas y se da cuenta de que estos jóvenes están llenos de pasión, llenos de esperanza y no tienen nada. Y es por lo que los cambios importantes en el mundo tienden a venir de la población más joven, porque son valientes, apasionados y creen que pueden cambiar las cosas.
¿Qué fue lo que más te sorprendió al entrar a trabajar, en 2011, en Cirque du Soleil?
Sí, creo que lo que me “voló la cabeza” cuando comencé a trabajar en Cirque du Soleil (cuando mi trayectoria era en danza y, sobre todo, en teatro musical) es que los músicos siguen a los acróbatas en escena. Hay una partitura, pero la capacidad de ser flexible, repetir y moverse es asombrosa. Viniendo de un mundo donde la partitura es la guía, ver a todos moviéndose juntos me pareció increíble.
Si pudieses volver a ver ‘Alegría’ por primera vez, ¿con quién irías a verla?
Me encantaría ver ‘Alegría’ con mis abuelos. Creo que eran adolescentes mayores durante la Segunda Guerra Mundial y mi abuelo era minero, mi abuela era costurera, y su exposición al arte y ese tipo de contenido artístico fue creciendo a medida que se iban haciendo mayores, pero no creo que realmente comenzaran a disfrutarlo hasta sus últimos años y siento que, si hubieran podido verlo como adultos jóvenes, creo que habría tenido un impacto diferente.
¿Qué es lo más complicado de tu trabajo?
Las personas con las que trabajo comprenden una gama muy amplia y diversa de personas. Tenemos 54 artistas de 24 nacionalidades. El inglés es el idioma común, pero tenemos muchos idiomas de trabajo y el lenguaje del cuerpo es el 80% de la comunicación, así que nos tomamos mucho tiempo para asegurarnos de que todos nos entendemos correctamente.
¿Qué crees que pensaría la Rachel de 8 años que amaba bailar al verte dedicándote a esto?
Creo que se sorprendería bastante. A esa edad ya quería ser intérprete y durante muchos años ni siquiera contemplé cómo sería mi vida después de dejar de actuar y creo que es un viaje increíblemente afortunado el que se abrió para mí.
¿Qué le dirías a esas niñas y niños de 8 años que sueñan con ser artistas?
“¡Hazlo!”. Si algo es realmente tu sueño y sientes verdadera pasión por ello, todo es posible. Solo tienes que seguir creyendo cuando es difícil, manteniéndote, presentándote todos los días y esforzándote.
De todos los países en los que habéis trabajado, ¿cuál crees que apuesta más por el arte y la cultura y por qué?
Es una pregunta muy difícil. A mí me encanta trabajar en Europa porque, en general, siento que hay una conexión mucho mayor con el arte, desde las bases de la educación de los jóvenes hasta las formas más elevadas de expresión del arte. Cuando se compara eso con otras partes del mundo como Estados Unidos o Japón, hay un gran compromiso con la formación de las personas, pero luego no hay trabajo. Mientras que creo que en Europa suele haber más potencial para que la gente explore realmente esas pasiones.
¿Qué le dirías a esos directores que tienen ya su red de contactos hecha y ponen trabas a las nuevas generaciones para hacerse un hueco en el panorama cultural?
Una generación nunca debe estancarse. Que algo haya tenido éxito no implica que no se necesiten ideas y voces nuevas para llevar las cosas en una dirección diferente. No puedes controlar eso, no puedes manipularlo. La gente necesita hacerse un hueco, ya sea en la música, ya sea en el arte, ya sea en el teatro. Si no cambias la forma de hacer las cosas, nada cambia. Se necesitan ideas frescas para transmitir estas historias, nuevas formas de contar nuevas historias e involucrar a las personas.
¿Los personajes de Cantante de Negro y Cantante de Blanco están ligeramente inspirados en las brujas de Oz?
No que yo sepa. Creo que más bien es como si fueran dos mitades de la misma persona.
¿El yin y el yang?
Sí. El yin y el yang diría que es un gran ejemplo de su representación. La Cantante de Blanco es más representativa de lo etéreo y del otro potencial, mientras que la Cantante de Negro es un poco más terrenal y conectada a tierra. Pero son las dos cosas, como narradores que guían la historia y a Fleur, el personaje principal.
Una de tus funciones es garantizar la esencia del espectáculo original ¿Cómo se logra esto sin renunciar a innovar?
Gran parte de la esencia de la obra original radica en la historia, que es universal. Así que, para mí, esa parte no es tan complicada. Pero la forma en que lo hacemos es para mantener a todos los artistas, los músicos, los payasos… realmente involucrados en la historia. Siempre estamos abordando cómo podemos hacer que la historia sea más clara para el público haciendo una lluvia de ideas y planteándonos cuestiones como quién es cada individuo en el escenario, cómo llegaron a este lugar o dónde se desarrolla la historia para ellos. Cuanto más puedas aclarar e identificar esas cosas para las personas en escena, más información y contexto tendrán para trabajar.
¿Qué es en lo primero que te fijas al valorar a un candidato a convertirse en parte del Cirque du Soleil?
La mayoría de nuestros castings se hace primero por video. Hay una parte del video que es donde la persona se presenta y, por lo general, es lo primero que el entrenador acrobático y yo miramos juntos. Para tratar de tener una idea de quién es esa persona y su energía.
¿El circo ha evolucionado mucho en los últimos años?
Sí y no. La compañía y los shows siempre están evolucionando, pero la esencia de cómo trabajamos, particularmente en las giras, no ha cambiado mucho. En el tiempo que he trabajado para el circo, los enfoques siguen siendo los mismos. Tenemos un gran programa de espectáculos muy exigentes físicamente, pero todo el tiempo que he estado allí, gran parte de nuestro objetivo es que, si alguien hace diez shows a la semana, debería estar lo suficientemente en forma como para realizar catorce. También disminuyes las lesiones y las personas están más sanas. Ahora también hay un apoyo mucho mayor para la salud psicológica. Siempre estuvo ahí, pero es una conversación mucho más grande la que tenemos en la gira porque, al ser un trabajo a tiempo completo, trae su propio desafío específico, así como un beneficio.
¿Qué lugar crees que ocupa la formación en la trayectoria de un artista?
Depende de lo que estés tratando de hacer. Si estás tratando de alcanzar una disciplina realmente física y de alto nivel, es esencial. He trabajado con actores que están muy entrenados y he trabajado con actores que son muy intuitivos y lo han aprendido sobre la marcha, pero incluso estos, en algún momento, volverán y entrenarán. Se trata de comprender lo que se necesita obtener de la formación y qué tipo de formación es adecuada para ti en el momento adecuado.
¿Cuál es el recuerdo más bonito que tienes de la compañía?
Probablemente el día en que fui a mi primera entrevista. Llegué a Madrid y vi Corteo y me sorprendió tanto lo hermoso que era el espectáculo que fue completamente impresionante. Recuerdo que llamé a mi pareja y le dije “si me ofrecen este trabajo, no voy a decir que no”. Fue un show con el que conecté muy fácilmente. Entendí al instante lo que la persona que creó la pieza estaba tratando de decir con ella. Y así, al instante, a pesar de que no había trabajado en circo antes, supe de inmediato que el tipo de espectáculo y la forma en que se desarrollaba era algo que entendía y para lo que tenía las habilidades. Así que al instante pensé “este podría ser mi hogar”.
Y ¿es similar el trabajo que realizas en los diferentes títulos del Cirque du Soleil?
Sí, yo diría que mucho. Mi papel general es cuidar todo lo que está en el escenario. Obviamente, los detalles dentro de cada espectáculo son muy muy diferentes, pero el trabajo en general es el mismo: asegurarse de que las personas que suben al escenario entiendan lo que están tratando de hacer en él.