Las Olvidadas habla de mujeres anónimas. Aquellas de las que no se escriben libros, ni se realizan pinturas, ni se erigen como símbolo de una determinada feminidad. Son mujeres que han estado allí pero que no las recordamos porque nunca hemos oído su voz.
Nadie las entrevistó jamás.
Generaciones y generaciones de maltrato y sumisión en todas las culturas y en todos los estamentos sociales por la tiranía heteropatriarcal. Miremos donde miremos, mujeres y mujeres y mujeres anónimas, esclavas de los hombres.
Ellas, todas ellas, están en cada una de nosotras. Somos nosotras. Si las abrazamos, si dejamos que nos acompañen, si las recordamos, podremos romper la estructura de repetición tortuosa. Si aislamos cada caso, si colocamos a nuestras compañeras en épocas y cajas y las diferenciamos de nuestra piel, volveremos a empezar… repetiremos… nos equivocaremos…
Las que hemos olvidado, tienen la experiencia y la verdad que nos hará libres. Tan sólo es necesario recordar que fuimos ellas.