Nadie conoce la verdadera identidad de Madame Duval, una española refugiada en París inscrita en la lista negra de Franco y buscada por la GESTAPO y por el sanguinario policía español Pedro Urraca. Logra sobrevivir al asedio apoyada por unas amigas que construyen en torno a ella una fortaleza que nadie puede derrumbar. Madame Duval, resulta la identidad adoptada por Victoria Kent en su exilio parisino. Desde su apartamento neoyorkino, Victoria Kent relata a Louise, su compañera sentimental y vital, aquejada de Alzheimer, ciertos episodios de su azarosa experiencia en el exilio.
La verdadera identidad de Madame Duval es un homenaje al valor de la amistad en general, y se erige como baluarte contra ese olvido con el que la historia reciente pretende castigar la labor de las mujeres pioneras en cualquier ámbito de la vida.