Alicia, nuestra Alicia, también se va a sumergir en un país que todavía conserva alguno de los personajes que imaginó el autor británico Lewis Carroll, pero lo va a hacer con el toma y daca del diálogo teatral. Con situaciones diferentes aunque con la misma indisposición para llegar a comprender un mundo extraño, alejado de los convencionalismos y de las reglas de urbanidad.
Alicia vuelve a nosotros con las expresiones de este tiempo y con la esperanza de que todos dejemos un hueco para que lo imprevisible tenga lugar y nos aliente a comprender que la vida puede tomar diferentes formas y seguir siendo vida. Al fin y al cabo, cualquier cosa que quepa en la imaginación ya es realidad, ya existe.